¿Qué es un club social de cannabis?
También conocida como asociación cannábica, es un tipo de organización no gubernamental y sin ánimo de lucro, formada por personas mayores de edad consumidoras de cannabis. La asociación se encarga de la producción y el abastecimiento a sus socios del cannabis y sus productos derivados que lo consumen en el ámbito privado del club, bien con fines lúdicos o terapéuticos.
Un poco de historia
En 1993 apareció el movimiento cannábico a través de la asociación ARSEC de Barcelona, a la que siguieron otras asociaciones buscando la permisión de plantaciones para cultivos asociativos. Desde entonces el debate está en la mesa de todas las autonomías y gobiernos. A partir del año 2002 empezaron a surgir los clubs sociales de cannabis, donde los socios pueden consumir privadamente estas sustancias.
¿Qué dice la ley?
El Código Penal castiga a “los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico, o de otro modo, promuevan, favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, o las posean con aquellos fines”. Pero a fin de no incluir acciones como el cultivo con fines farmacéuticos o de investigación y el autoconsumo (legal en el ámbito privado), se elaboró la llamada “doctrina de la atipicidad del consumo compartido”.
En esta doctrina se establecen 4 normas, de obligado cumplimiento, para poder no ser tipificados como “actos de cultivo, elaboración o tráfico” o que “promuevan, favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas” y ser sancionado por ello, como recoge la ley.
- Que sean personas mayores de edad, consumidoras habituales de dicha sustancia. No se debe favorecer el consumo a terceros.
- Que el consumo se realice en un lugar cerrado y limitado exclusivamente a los pertenecientes al grupo. No se debe promover ni difundir públicamente el consumo.
- Todos los miembros deben de estar perfectamente identificados.
- Las cantidades de sustancia no deben sobrepasar las previsiones del autoconsumo diario.
Ventajas de pertenecer a una asociación cannábica
Ser socio de un club social de cannabis permite a los usuarios:
- Abastecerse y consumir en un ambiente privado y cerrado.
- Tener garantizado el abastecimiento sin tener que verse necesitado a acudir al mercado negro.
- Autogestionar la producción y la distribución (entre los socios de la asociación).
- Controlar todos los procesos.
- Tener mayor seguridad y calidad de los productos.
- Disponer de productos adaptados a las necesidades particulares de cada socio.
- Tener voz y voto para decidir cambios en cualquiera de los ámbitos.
Algunas asociaciones van más allá y ofrecen a los socios otro tipo de ventajas, como la asesoría legal, reposición de producto incautado, actividades lúdicas o asesoramiento terapéutico.
Similitudes y diferencias con los CoffeeShops holandeses
En los Paises Bajos existe una política de drogas que tolera la venta de marihuana y sus productos derivados en locales autorizados para ello. Aunque en los CoffeeShops hay también limitaciones:
- Está prohibida la entrada a menores de 18 años.
- Solo es posible la venta de drogas blandas limitadas a menos de 5gr por persona y día.
- Dentro del local no podrá haber más de 500gr.
- No se permite la venta y consumo de alcohol.
- No se permite fumar tabaco sino hay zonas especiales y preparadas para ello.
- No se puede hacer publicidad del local.
En España el debate está sobre la mesa y son muchas las voces que reclaman una legislación al respecto.
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